sábado, 21 de febreiro de 2015

Povisa retira el ERE pero anuncia que continuará con la contención del gasto.

La plantilla dice que los despidos eran inviables porque el concierto con el Sergas le prohíbe subcontratar.

 Ourense.


El hospital privado Povisa ha retirado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que preveía el despido de 56 trabajadores. La dirección anunció ayer al comité de empresa que la decisión se produce por la “imposibilidad” de tener a tiempo el informe de la auditoría de 2014. Los representantes sindicales sostienen, sin embargo, que han tenido que renunciar a él porque era inviable. Aseguran que hay una cláusula en el concierto suscrito con el Sergas que le “prohíbe subcontratar ningún servicio sin su autorización”, aseguró a este diario el portavoz de los trabajadores Rafa Agras de la  C.I.G. El comité no descarta que finalmente Povisa recurra a los despidos individuales, como hizo cuando suprimió el ERE de 2011 y “acabó enviando cartas de despido a 27 trabajadores”. Aunque la dirección del hospital no da detalles sobre las medidas que adoptará, sí reconoce que estarán en todo caso encaminadas “a continuar con la contención del gasto”, según aseguró a este periódico un portavoz de la empresa.
Los 10 años de estabilidad que en septiembre de 2014 la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, anunció que supondría para la empresa privada viguesa Povisa la renovación del concierto con el Sergas, se han diluido en apenas unos meses, según el balance del hospital.
La empresa “no es rentable”, justifica el representante de la dirección su decisión de continuar con las medidas de contención del gasto, detallando que las pérdidas en 2015 “superarán los cuatro millones de euros” y que el año pasado contabilizaron como ingresos los cerca de 19 millones reconocidos judicialmente que les adeudaba el Sergas por servicios de anualidades anteriores.
Aunque con la soga del ERE retirada, la dirección de Povisa mantiene intactos los argumentos con los que lo justificó hace apenas unos meses. Así, explica el portavoz que la empresa tiene que hacer frente a una fuga a los centros públicos de más de 4.500 pacientes —mantiene 134.000— como consecuencia de la libre elección de hospital; una merma de ingresos considerable, toda vez que Povisa recibe, por el acuerdo suscrito con el Sergas, 540 euros por paciente. A ello se añade el aumento del IVA sanitario decretado por el Gobierno central y la pérdida de buena parte de sus pacientes privados, “un 25% desde 2008”, que la empresa atribuye a la crisis económica.
“Aunque los trabajadores dudaban de las cifras que ofrecimos y hablaban de beneficios, esta es la situación real”, explica el representante de la dirección. El comité de empresa sigue dudando. Agras sostiene que el dato de la pérdida de pacientes privados “se contradice” con la licencia municipal que el hospital ha pedido “para ampliar la quinta planta, la de los privados, con 22 camas más”. Cuando el comité se lo expuso a la dirección, esta argumentó que mantendrían esas camas de reserva para casos de saturación “pero para eso tienen ya una planta flotante”, sostiene el representante sindical de la C.I.G.
El comité ha mantenido hasta el momento dudas sobre las cifras ofrecidas por la empresa a la vista de que el hospital había declarado 11 millones de beneficio en 2013. Pero esos beneficios, sostiene el hospital, se derivaban de los excesos de actividad de años anteriores reclamados al Sergas, como los 19 ingresados en 2014. “La perspectiva es de pérdidas”, insiste la empresa. Pero para los trabajadores, el ERE estaba planteado con el objetivo de “forzar una nueva negociación del convenio”, motivo por el que expresan su “gran satisfacción” por su retirada.

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